Historia y espectacularidad en el mundo subterráneo de los túneles del Muro Occidental
La entrada a los túneles se encuentra en el lado norte de la plaza del Muro Occidental, a pocos metros de éste. Al entrar, los visitantes recorren una serie de salas que avanzan hacia el este hasta llegar al Muro Occidental. Las salas que se encuentran a lo largo del pasadizo son los restos de una iglesia medieval, un puente, habitaciones de lujo de la época del Segundo Templo, viviendas residenciales, antiguas cisternas, una cantera, un acueducto de la época asmonea y muchos más descubrimientos arqueológicos.
Los visitantes pueden participar en un fascinante recorrido que les lleva por las gradas del Muro Occidental que revelan sus secretos en las espesas profundidades de la tierra y cuentan la historia de la antigua Jerusalén. La impresionante visita a los túneles comienza en la plaza del Muro Occidental y dura aproximadamente 75 minutos. Las visitas también se realizan en inglés. Los Túneles del Muro Occidental recorren los 485 metros de longitud del Muro y ofrecen una visión de los increíbles retos de ingeniería a los que se enfrentó Herodes el Grande al embarcarse en su empresa de ampliar el Monte del Templo.
Los Túneles son, de hecho, un sistema subterráneo que constituye una cadena continua de la historia, desde los asmoneos hasta nuestros días. Se crearon mediante un gran número de arcos, construidos uno al lado del otro y sostenidos por escaleras que conectaban la ciudad con el Monte del Templo. En la antigüedad, el valle del Tiropoeon discurría a lo largo del lado occidental del Monte del Templo, separando el Barrio Herodiano y el Templo. La necesidad de un puente sobre el valle llevó a la construcción de los arcos. Hoy, estos pasadizos sostienen las calles, y los túneles pasan directamente por debajo del Barrio Musulmán.
Los túneles fueron descubiertos por primera vez durante una excavación realizada por arqueólogos británicos en el siglo XIX; sin embargo, las excavaciones propiamente dichas tuvieron lugar después de la Guerra de los Seis Días bajo los auspicios del Ministerio de Religión israelí. Como los túneles discurren por el lado occidental del Monte del Templo, el lugar del Santo de los Santos, llegan a un punto muy cercano a la ubicación de la piedra de beber. En el lugar hay una pequeña sinagoga donde los judíos religiosos rezan y leen los salmos.
