A 400 metros bajo el nivel del mar llegamos al punto más bajo de la Tierra, el Mar Muerto. Durante miles de años la gente, incluida Cleopatra, ha conocido los poderes terapéuticos de esta zona y del propio mar. Al estar más alejado del sol que cualquier otro punto de la Tierra, los dañinos rayos solares se filtran, lo que permite a quienes padecen enfermedades cutáneas exponer su piel y disfrutar de algunas de las cualidades más positivas del sol.
El aire es seco y no alergénico, lo que significa que el cuerpo disfruta internamente de los beneficios del Mar Muerto al inhalar el aire revitalizante. Luego está el barro negro, la mascarilla facial y corporal natural de la naturaleza. Tenemos la oportunidad de impregnar nuestra piel con este barro rico en minerales y beneficiarnos de sus cualidades terapéuticas.
Idiomas disponibles: Inglés, francés, español y alemán.