Nuestro recorrido comienza en el Monte de los Olivos, donde visitamos la Iglesia de la Ascensión. La iglesia marca el lugar donde Jesús ascendió al cielo y hay una roca con una huella impresa que se cree que es donde Jesús estuvo antes de su ascensión (Lucas 24:50 - 51). La iglesia original se construyó en el año 390, pero la mayor parte del edificio de la capilla que vemos hoy es de la época de las Cruzadas (1150).
Cerca se encuentra la Iglesia del Pater Noster (Santuario de la Eleona), en este lugar Jesús enseñó el Padre Nuestro. En las paredes hay placas con el Padre Nuestro escrito en más de cien idiomas. Vemos un claustro cruzado y la gruta donde Jesús habría enseñado. Aquí es también donde Jesús habló a sus discípulos de la eminente destrucción de Jerusalén y de la 2ª venida.
Desde el Monte de los Olivos contemplamos la Ciudad de Oro, el antiguo cementerio judío, la Ciudad Vieja y el Monte del Templo. Comenzamos a descender del monte deteniéndonos en el Dominus Flevit (el Señor lloró). Fue aquí donde Cristo lloró al prever la destrucción de Jerusalén. El Dominus Flevit fue diseñado por el arquitecto Antonio Berluzzi en forma de lágrima. A través de la ventana situada sobre el altar podemos ver la Ciudad Vieja, donde se alzaban los dos templos judíos. Un poco más adelante llegamos a la Iglesia de Todas las Naciones y al Huerto de Getsemaní. Fue aquí donde Jesús rezó antes de ser arrestado (Marcos, 14:32-46). La iglesia fue financiada por varias naciones, cada una de las cuales exhibe su escudo de armas en un cristal decorativo en el techo. La entrada se realiza a través de altas columnas que sostienen un mosaico que muestra a Jesús como la conexión entre Dios y el hombre.
Cruzamos el valle del Cedrón y llegamos a la Puerta del León de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Veremos las piscinas de Betesda mencionadas en el Evangelio de Juan. Visitamos la Iglesia Cruzada de Santa Ana, construida sobre una gruta que se cree fue el lugar donde nació María, la madre de Jesús. En el Convento de las Hermanas de Sión entramos en los sótanos para ver la cisterna de agua que data del Segundo Templo. Vemos los Lithostratos, losas romanas grabadas, que forman parte de extensos hallazgos arqueológicos bajo el convento. Se cree que aquí Poncio Pilato juzgó a Jesús en el patio del Pretorio.